Con apenas 18 años, Sofía se ha convertido en un verdadero referente de cómo los sueños pueden superar las dificultades del mundo laboral actual.

Desde pequeña, su madre le inculcó la esencia de ser emprendedora, mientras sus abuelas le compartían el arte de la pastelería. La combinación de estas influencias la llevó a crear «ANCESTRA», una pastelería que no solo endulza la vida de sus clientes, sino que también es un tributo a las mujeres que la inspiraron.

Sofía, como tantos jóvenes de su generación, se enfrentó a un reto monumental: las empresas buscan personal joven, pero con experiencia. Y cuando uno está dando sus primeros pasos en el mundo laboral, conseguir esa experiencia parece una tarea titánica. «Los requisitos son cada vez más exigentes», comenta. «No importa cuántas ganas tenga de trabajar; si no tengo la ‘experiencia adecuada’, nadie me quiere dar una oportunidad». Esta brecha entre la formación y la experiencia real puede dejar a muchos jóvenes frustrados, pero Sofía optó por tomar el camino menos transitado.

Mientras otros jóvenes de su edad buscaban trabajo esperando ser contratados, ella eligió ser su propia jefe. Con su pasión por la pastelería y un implacable deseo de demostrar que la edad no define la capacidad, Sofía se lanzó a la aventura de emprender. Desde su cocina, comenzó a hornear tortas, galletas y otros postres que, como dicen sus clientes, son verdaderas obras de arte. Cada bocado es un viaje a su infancia, lleno de sabor y amor.

No le ha sido fácil; en su corta experiencia laboral, ha observado que muchos jefes priorizan el bienestar de la empresa por encima del de sus empleados. Eso la motivó aún más a crear un espacio donde cada cliente y empleado se sintiera valorado. “Quiero que ANCESTRA no solo sea un lugar para comprar pasteles, sino un espacio donde la gente se sienta feliz y bienvenida”, dice con determinación.

El apoyo de sus seres queridos ha sido fundamental en este camino. Con su familia a su lado, Sofía encontró la valentía para enfrentar los retos del emprendimiento. “La fuerza de mis abuelas, el empuje de mis padres y el ánimo de mi novio me hicieron creer que podía. Se sentaron conmigo y me enseñaron lo necesario para lograrlo”, recuerda con una sonrisa.

Además, su experiencia en plataformas como Compre Cercano ha sido un cambio de juego. «Me ha permitido llegar a más personas y aumentar el reconocimiento de mi marca», señala. Gracias a esta herramienta, Sofía ha visto un incremento notable en sus pedidos. Cada nuevo cliente significa otra historia de felicidad y otra dulce nota que contarle al mundo.

Hoy, Sofía no solo hornea pasteles, galletas y postres, sino también un futuro brillante. A través de su pasión y la firme convicción de que el verdadero valor de un negocio no está solo en las ganancias, sino en la satisfacción de sus clientes, está cambiando la narrativa sobre lo que significa ser joven y emprendedor. Con cada pastel que sale de su cocina, se siente más cerca de su sueño original: un legado de dulzura y amor que trasciende generaciones.

En un mundo que exige cada vez más, Sofía demuestra que la juventud, combinada con pasión y apoyo, puede abrir puertas que parecían cerradas. Y así, cada bocado de «ANCESTRA» es un recordatorio de que los sueños no solo son posibles, sino que son el motor de un futuro más esperanzador.